jueves, 25 de octubre de 2007

Estrenando Ubuntu 7.10

Se ha publicado una nueva version de Ubuntu Linux y como buen geek, no he esperado para probarla.

De entrada, me ha sorprendido el método recomendado para los que, como yo, tenemos la versión anterior (7.04 para 64 bits). En lugar de tener que descargar la imagen del CD, sólo tienes que arrancar el programa que utilizas para las actualizaciones de paquetes (Update Manager en la versión inglesa) y pulsar el botón Actualizar (Upgrade). Más facil y sencillo imposible, pensé inicialmente.

Como soy precavido, antes de lanzarme a instalar un nuevo sistema operativo, hago una copia en DVD (con K3b) de mis documentos más importantes. Además, desmonto el disco duro donde tengo todos mis datos, por si acaso.

Siguiendo las instrucciones, se descarga un asistente (wizard) que te va guiando en todo el proceso de actualización. Por supuesto, mientras se va actualizando, aunque te recomiendan cerrar todos los programas, por probar, seguí usando el navegador (Firefox) y el cliente de correo (Thunderbird) sin problemas. Bien.

Como tenía que hacer algunas cosillas, lejos de mi adorada pantalla, dejé el programa de instalación descargando lo necesario para actualizar el software que tengo instalado. Varias horas después volví delante del ordenador, esperando un mensajito como:

Enhorabuena, su Ubuntu está actualizado.
Por supuesto, no es necesario reiniciar.
Tiene la cena lista y hemos dado dar de comer a sus pájaros.
Gracias por descargar Ubuntu Linux..


Mi gozo en un pozo, porque la instalación prácticamente no había avanzado. Solo había un mensaje para informarme que algunos paquetes están desfasados y no se actualizarán. No hay sino la opción de Aceptar. Después de asumirlo, pulso el botón y me vuelvo a levantar.

Ocho horas mas tarde, al volver del trabajo, me digo: Ahora sí. Seguro que ya está listo mi nuevo y flamante Ubuntu. Rien de rien, porque lo único que me espera es un mensaje para informarme que un fichero de configuración (del NTP) se ha modificado. Me estoy empezando a cansar de estos mensajes informativos que sólo dan la opción de Aceptar. ¿No podrían enseñarlos todos al final y continuar con la instalación?.

Duermo plácidamente, a las 06:50 me levanto de un salto y enciendo la pantalla. Porras. Otro mensaje informativo de marras. ¿Y si mando un emilio de protesta sugerencia de mejora a los desarrolladores?. Finalmente, al volver del trabajo, ya ha terminado el proceso: 2 días.

Ahora, entrando en materia, estoy encantado con esta nueva versión. Viene con una aplicación para controlar el tipo de teclado. Por suerte, tiene un controlador (driver) específico para mi veterano conjunto de teclado y ratón Logitech Cordless Desktop, de tal manera que vuelvo a poder escribir con acentos y utilizar los botones especiales del teclado, como los controles para reproducir música (que no funcionan con XMMS, pero sí con Totem y Rhythmbox). Por cierto, en Ubuntu ya no dan más soporte a XMMS. :-(

Una vez arrancado el sistema, me informa que está usando el driver de código abierto para la tarjeta de vídeo (nVidia en placa base). En dos click de ratón, tengo el driver desarrollado por el fabricante y funcionando con aceleración 3D sin problemas, pero no veo cambios en el escritorio. En definitiva que no tengo el Compiz Fusion habilitado, probablemente por falta de potencia de la tarjeta. Sé que las comparaciones son odiosas, pero cuando arranco el Windows Vista en el mismo ordenador, tengo soporte para el Aero.

Ubuntu 7.10 automatically detects whether the hardware is capable of running compiz; if not, it falls back to normal desktop.

En general, estoy muy contento con Ubuntu 7.10. Más que tener nuevas características, personalmente creo que, lo mejor de esta versión es que ha solucionado algunos pequeños defectos de la anterior y no he tenido que solucionar nuevos problemas. ;-)

lunes, 1 de octubre de 2007

los micrófonos


No hubo sorpresas en la fiesta karaoke del sábado.

20:00 Por consejo de Alicia, tomo la primera decisión correcta de la noche. Por una vez, en una fiesta de mi casa, no voy a ejercer de anfitrión: simplemente voy a pasarmelo bien.

20:15: Como estaba previsto, Javi (y Lucía) fueron los primeros, tan solo superados por César y Raquel, ávidos de comenzar la fiesta.

20:30 La gente empieza a llegar y la fiesta va cogiendo cuerpo.

21:30 Llega Noe y nos enseña su flamante descapotable: VW Eos.

22:00 Encendemos el karaoke, primera actuación estelar de Vicky que, como era de esperar, me gana abrumadoramente. A partir de aquí, no hay tregua en la batalla por pillar el micro.

22:30 A pesar de superar la treintena de invitados, no parece haber grandes agobios. Por suerte, la terraza tiene mucho éxito y el tiempo acompaña.

23:45 Llega Geno con su futuro marido, sacamos la tarta y le cantamos (sin micrófonos) el cumpleaños feliz.

01:00 Se terminan las bolsas de hielo y los más avezados se lanzan por los pocos cubitos de hielo que hay en el frigorífico. Bendita tecnología No Frost, que evita la tentación de rascar las paredes del congelador.

01:15 Aunque el ratio de botellas por persona estaba calculado pensando en mis amigos-esponja, poco despues de la una de la mañana, se habia terminado el Juan Caminante.

01:30 Se baja la música, se cierra la terraza para evitar mayores perjuicios al vecindario, el karaoke está apagado y no queda hielo, pero todo esto no hace mella en los ánimos de unas cuantas amigas que se afanan cantanto a viva voce, uséase, a grito pelao-acapella. Aprovecho para pedir disculpas, principalmente a Ida y Ra, por la manera poco amable de pedir silencio.

01:45 Tercera decisión correcta de la noche: no seguir de marcha al Tángara. Mis maltrechas neuronas me lo recompensaron al día siguiente con ausencia de resaca y bastante lucidez. Muchas gracias a esas almas caritativas, que ayudan a recoger.

Reprimenda para esos fumadores que, uniendo los dedos corazón y pulgar, se dedican al lanzamiento de colillas. Por culpa de ellos, el general de los fumadores acarreamos la fama de falta de civismo.

Gracias a todos los asistentes: sois un orgullo [para vuestra raza].
Solo espero que la gente lo haya pasado tan bien, como lo pasé yo.